Entre esos días en los que suelo pensar "hoy va a ser un día como los anteriores", te encuentro mientras tu caminas en un invierno helado.
En ese momento en el que te conocí, no tuviste prisa en dejarme con el silencio. Te juro que nunca me pudo ocurrir, sólo te veo y digo que te quiero.
Cuando yo estaba con lágrimas en la cara tu llegaste a secarlas con tus ojos en mí. Parece mentira pero esto escapa de mi vida cuando imagino que llegas para pasarla junto a mí... Cada sábado, mientras mi esperanza le dice a mi alma "quieta, quizás sí".
Me escapé una noche con tu bostezo al sol, fui a tu casa y soñé que me pediste un beso. Colores brillantes de tu cabello corrieron con el amor... Me callé y caí por siempre en el tiempo.
En seis meses quisiste decirme adiós... pero yo te tuve en mis brazos... Te quiero, te amo, no te puedo perder... Te decía cosas que ni tu entendías...
De repente tuve el rostro empapado con llantos al verte llegar con cosas... son cosas para mí.
Dicen que sabes que me gustan estas cosas y que no crees que es tonto en mí... Me pareció mentira que se me escape la vida por correr junto a ti, pero cada martes estás ahí esperando a alguien para ti.
Es que yo... no pensé que el amor me gritaría de repente al oído... Quién iba a sospechar, sólo los demás...
Y por eso tenía los ojos en tinieblas rogando que esta rosa fuera siempre para ti porque si sabes que me gustan tantas cosas y no piensas que es tonto y soy así.
Pero parece mentira que huya mi alma gritando que vuelvas por aquí donde cada día mi corazón se dice "quieto, quizás sí".
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